Historia del contrapunto



El contrapunto es parte de la tradición de la música del mundo occidental desde la Edad Media. Empezó a desarrollarse de forma más clara durante el Renacimiento, y siguió su auge durante los períodos barroco, clasicista y romántico. Se le atribuye su época dorada a finales del barroco con las composiciones de J.S Bach.

Se pueden distinguir tres grandes periodos a la historia del contrapunto:

-    Periodo gótico y la polifonía dicha “absoluta”: en el s.IX surge la polifonía primitiva que consistía en añadir voces al canto gregoriano. El inicio de la polifonía hará que se establezca un sistema de notación proporcional (Tractado de Franco de Colonia, Ars Cantus Mensurabilis) que sometido a variaciones durante los siglos, llegará a crear el sistema actual de solfeo. La polifonía en su forma primitiva tenía variantes; podía ser una polifonía paralela (dos misma frases musicales cantadas o tocadas al mismo tiempo), una polifonía melismática (grupo de notas sucesivas que forman un neuma o adorno sobre una misma vocal, acentuando la última sílaba de la palabra final), o una polifonía llamada discantus: una voz canta una melodía fija, mientras otras hacen improvisaciones para acompañarla. Aparece la idea de movimiento contrario, que consiste en que la voz principal desciende cuando la acompañante asciende, e inversamente, pero siempre cantando al mismo ritmo (nota contra nota). Aquí se puede decir que yace el origen del contrapunto.

-    Periodo Renacentista y contrapunto libre: durante el periodo renacentista predominaba la polifonía imitativa, tipo canon. De la mano de Palestrina y de Orlando di Lasso entre otros, se difundió el contrapunto libre que incitaba a primar lo emocional, y la variabilidad de las texturas musicales en una sola pieza. (ej: De profundis-salmo 129/130 de Di Lasso, o sesión 10 profe).

-    Periodo barroco y Johann Sebastian Bach: grandioso desarrollo de las técnicas del contrapunto. Bach hace del contrapunto algo fluido, natural que “no suena mal”, que no es áspero, sino completamente armonioso. De él se inspiraron otros grandes compositores, entre ellos Mozart o Beethoven (época romántica).

Durante el siglo XIX grandes compositores como Brahms siguen utilizando las técnicas contrapuntistas, como gran admirador de Bach y por lo tanto, resulta evidente la utilización de estos recursos del contrapunto en grandes compositores a lo largo de la historia de la música hasta llegar a nuestras días, con importante énfasis en el Jazz.